Consiste en un módulo de seis lagunas de estabilización, una estación elevadora de entrada, una estación impulsora de salida, cámara de cloración e instalaciones complementarias.
El proceso que se da en las lagunas de estabilización es la transformación de la materia orgánica contenida en el líquido residual a formas inorgánicas, por acción biológica de microorganismos. Así mismo se remueven los sólidos suspendidos en el agua y los microorganismos patógenos. Una vez tratado, el líquido que de ella sale es limpio y no contaminable pudiendo darle diversos usos. Un 70% se reutiliza regando 12 hectáreas forestadas con diversas especies de árboles que, cuando estos lleguen a su desarrollo ideal, se utiliza su madera para distintos fines; reforestando nuevamente dicho espacio. El 30 % restante se destina a través de un sistema de cañerías al canal de desagüe Victoria a 8 km de la región.